La educación
superior virtual ha venido creciendo en los últimos años debido a la
disponibilidad en el acceso de internet y la demanda de opciones de aprendizaje
flexibles. En el caso de Colombia, el proceso se aceleró más, ya que los
sistemas tradicionales de enseñanza que operaban antes de la pandemia tuvieron
que cambiar para garantizar el acceso a la educación superior para todos los
colombianos durante el confinamiento. Es así como el país pasó a tener en el
2022 más de 1 millón de estudiantes en programas virtuales e híbridos,
comparado con los 200.000 jóvenes en estas modalidades en el 2019.
Aurora
Vergara, Ministra de Educación, habló sobre el tema en el Foro ‘Acceso y
calidad: retos de la educación superior’ que realizó la Revista Semana. Dijo
que “una de las necesidades más importantes que tiene hoy el país es brindar
educación de calidad y pertinencia. Por ello, como gobierno nacional planteamos
que este fuera el eje central de nuestra gestión, lo que ha traído resultados
positivos para Colombia, ya que contamos con un 53 % en cobertura, lo que
evidencia un cambio”.
Juan Fernando
Montañez, rector Politécnico Grancolombiano,
también participó en el foro y explicó: “con más de 15 años de experiencia
siendo una de las instituciones pioneras en educación virtual, hemos
evidenciado que esta ha sido una de las más claras opciones para el acceso a la
educación superior. La virtualidad se vuelve una modalidad completamente
pertinente en un país tan diverso y desigual como el nuestro, porque permite la
posibilidad de dar acceso a educación superior de calidad en la región, sin
tener que desplazarse a los grandes cascos urbanos”.
¿Cómo se garantiza
la pertinencia en estos modelos de educación?
El rector del
Politécnico Grancolombiano cuenta que la pandemia dejó una lección muy
interesante, ya que la modalidad creció en un 20 %, porque muchas personas en
el país entendieron que tal vez era la única posibilidad que tenían para
acceder a educación superior. “El sistema siempre ha visto la lógica del acceso
desde la posibilidad de pagar un semestre y de presentar un examen que permita
acceder a un cupo, pero las razones por las que muchas personas no estudian van
mucho más allá, como su edad, sus compromisos, su trabajo, el desplazamiento,
el tener que desplazarse a las grandes ciudades, sus responsabilidades
familiares… y mucho más. Todo esto, se deja de ver como un problema cuando se
entiende que la virtualidad permite acceder a la educación sin abandonar estas
responsabilidades”.
En Colombia
hoy en día la demanda de educación virtual está mucho más asociada a resolver
el problema del empirismo. El 70 % de los estudiantes virtuales del Poli son
personas que actualmente trabajan y de esta cifra, el 80 % trabajan en temas
relacionados con su programa de estudio. Esto indica que las personas están
buscando profesionalizarse en su campo de desempeño laboral.
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Juan Fernando Montañez Rector Poli... |
Lo que está
claro es que no todo el mundo aprende de la misma manera y por eso el gran reto
de seguir generando estrategias que permitan que la educación virtual sea
efectiva. El Poli aprendió que lo más importante es entender quiénes están estudiando,
preguntarse ¿cómo aprende la gente?, ¿a qué personas les estamos llegando? y ¿a
qué parte estamos llegando? Partiendo de esta lógica, se crearon estrategias y
se construyeron rutas en lo virtual que permitieron que un número importante de
personas lograran aprender. Además, se construyó un modelo pedagógico diverso
que marca la pauta para llegar a territorios aislados y asimismo generar el
impacto de aprendizaje en la gente.
Uno de los
casos de éxito de la institución, ha sido la creación del centro informático en
la Sierra Nevada de Santa Marta, que permite que miembros de la comunidad
Arhuaca reciban formación tecnológica y profesional 100 % virtual,
garantizando el acceso a la educación superior.
¿La virtualidad trae
consecuencias al momento de relacionarse?
Cuando se
habla de formación virtual, se tiene la creencia de que amenaza las habilidades
blandas debido a que se pierde el relacionamiento e interacción. Para el rector
del Politécnico Grancolombiano esto resulta ser un mito, ya que, en la
experiencia de la institución, la tecnología ha permitido romper las barreras
que tienen las personas al creer que siempre deben estar unos al lado de otros
para relacionarse apropiadamente, y crear nuevas maneras de relacionarse y de
enriquecerse en ese intercambio de información con personas que están
conectadas en diferentes partes del país o del mundo.
Para lograr
esto, cada institución debe entender cómo se construyen posibilidades a través
de un modelo propio que haga parte del proceso de aprendizaje, independientemente
de que el aula sea presencial o virtual, para que así puedan marcar pautas
diferentes de interacción, interactividad y aprendizaje.
“En el caso
del Poli el modelo está pensado para que se genere interacción, se construyan
relaciones y se fomente el trabajo colaborativo, pues, contamos con estudiantes
desde los 18 años, hasta personas por encima de los 70 años. Esto genera valor,
construye conocimiento y enriquece el debate porque la diversidad de personas
en estas modalidades es muy grande”, concluyó el rector del Politécnico
Grancolombiano.
Fuente:
Prensa Politécnico Grancolombiano (Laura Ximena Orjuela -jefe de prensa-)
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