El acceso a la educación superior ha sido uno de los grandes beneficiados con la innovación tecnológica.
“Gracias a la tecnología, se han construido herramientas y accesos a miles de recursos educativos de calidad, lo que ha permitido el desarrollo de ambientes de aprendizaje enriquecidos y personalizados.
La inteligencia artificial
(IA) y otras tecnologías también han impactado en la formación profesional. Los
estudiantes adquieren competencias en la utilización de estas herramientas, lo
que les permite desenvolverse mejor en entornos digitales y laborales cada vez
más tecnológicos. Además, el acceso a información y recursos en línea ha
facilitado el aprendizaje y la investigación.
La colaboración y conectividad
global también se han visto favorecidas. A través de plataformas y herramientas
de colaboración en línea, los estudiantes pueden trabajar en proyectos
conjuntos, intercambiar ideas y debatir con personas de diferentes culturas y
países, fomentando así el aprendizaje colaborativo y multicultural, lo que los
motiva aprender de manera más activa y autónoma.
¿Cuáles
son los desafíos?
La incorporación de la
tecnología en el contexto educativo presenta grandes oportunidades, pero también
desafíos que abordó el vicerrector del estudiante del Politécnico
Grancolombiano en el foro “Tecnologías y nuevas realidades que transforman
la educación”, organizado por la Revista Cambio:
1. Es necesario evolucionar desde el pensamiento educativo
de las instituciones de educación superior, conectando realmente con la
necesidad de la educación formal, pero también con la educación no formal, que
viene creciendo exponencialmente con la nueva realidad del mundo, con el
estado, la academia, el sector productivo, las empresas y las necesidades
regionales, para formar profesionales acordes a las demandas del siglo XXI.
2. Para que los estudiantes se enfrenten a los retos y
necesidades de una sociedad en constante evolución, es esencial que las
instituciones construyan nuevos planes de estudio que permitan mayor
flexibilidad en las rutas de aprendizaje y se enfoquen en que los estudiantes
también desarrollen habilidades blandas como el pensamiento crítico,
aprendizaje autónomo, creatividad, liderazgo y el trabajo colaborativo.
3. La tecnología también plantea consideraciones éticas. La
academia debe abordar el nuevo universo de la inteligencia artificial y otras
herramientas tecnológicas desde una perspectiva responsable y consciente,
evitando la discriminación y los excesos, respetando la privacidad y
promoviendo el desarrollo humano en lugar de reemplazarlo. Asimismo, hay que
trabajar mancomunadamente para que las personas adquieran la capacidad de
autogestionarse y de autorregularse en el uso de estas herramientas.
4. La humanización no se puede perder. Es importante
humanizar la tecnología para que siga siendo una herramienta al servicio del
ser humano y su desarrollo y recordar que la educación es el camino para
transformar vidas y la sociedad.
5. En cuanto a la regulación y política educativa, es
necesario evolucionar y adaptarse al ritmo del cambio y la realidad de los
países desarrollados, ya que la educación mediada por la tecnología puede ser
un apalancamiento para lograr un ejercicio de inclusión y cobertura más amplio,
por eso es necesario asegurar el acceso y la equidad para todos los
colombianos.
6. Para construir una sociedad más equitativa, inclusiva y
preparada para los desafíos de este siglo, es necesario promover una mayor
inversión en ciencia, tecnología e innovación.
Fuente: Prensa politécnico
grancolombiano
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